¿Evolución de los colchones?
La historia del colchón es muy amplia, pues al igual que ocurre con muchos inventos humanos no surgió de repente y se comenzó a usar tal y como lo hacemos en este momento, sino que durante milenios hemos asistido a la evolución del colchón para llegar a lo que tenemos en nuestros días.
Todos los cambios en los colchones han sido muy lentos hasta que llegamos al siglo XX, cuando la revolución tecnológica permitió una evolución mayor en unas pocas décadas que en los milenios anteriores
El ser humano ha conocido el colchón desde sus orígenes
Los humanos hemos utilizado colchones desde nuestros orígenes, apilando ramas en el suelo, hojas y después empleando pieles para aislarnos del suelo y estar más calientes.
Eso sí, esos lechos primitivos se parecían poco a las camas con somieres tapizados y colchones viscoelásticos de los que disfrutamos ahora, aunque no dejaban de ser las primeras pruebas para lo que vendría más tarde.
El primer colchón reconocible lo vemos en el Antiguo Egipto
Habrá que esperar al Antiguo Egipto para que sucediera un hito importante en la historia del colchón, ya que aquí aparecen los primeros a los que se puede llamar colchones, con una tipología que ha sido la común hasta el siglo XX.
Egipto es un lugar con muchos insectos y sus habitantes se dan cuenta de que es mejor dormir elevados del suelo (aquí nacen las camas primitivas).
No se duerme cómodo encima de una estructura de madera, por lo que los más ricos ponen rellenos en esas camas que se acaban de desarrollar y los cubren con telas lujosas, surgiendo así el primer colchón.
Hasta el siglo XX apenas hubo evolución
La evolución del colchón fue muy lenta y tanto en época romana, como en la Edad Media y la Moderna sufrió pocos avances.
Fueron cambiando las telas y los rellenos, pero básicamente era un saco que se llenaba con distintos materiales y ambos eran diferentes según el poder adquisitivo de la persona que dormía sobre él.
De esta manera, mientras que los más pobres empleaban telas bastas y rellenos vegetales, los pudientes se podían permitir tejidos interiores más suaves como la pluma.
En todos estas centurias, el cambio más importante se produjo en más o menos en el siglo XVIII, ya que entonces la lana se empezó a usar como relleno y se convirtió en el que usaba en toda Europa.
De hecho, en España en el siglo XX aún había colchones de lana que con la modernización de nuestro país, ya en los años 50, solo sobrevivieron en las zonas rurales.
La higiene, gracias a los avances de la ciencia, también hizo que a partir del siglo XVIII la tipología evolucionase y se empezasen a poner botones en los laterales. Eso permitía airear el relleno y sustituirlo cuando se deterioraba
En el siglo XX nace el colchón que todos tenemos en casa
Aunque en muchos países se siguió durmiendo en el colchón de lana, en el año 1900 se inventó el colchón de muelles de manos de James Marshall.
Ya habían surgido intentos, pero los muelles se terminaban saliendo, de manera que este inventor los metió en sacos de tela lo cual solucionaba el problema. Además, se abandonaron las fibras vegetales y animales para cambiar a las artificiales.
Conforme pasaron los años se descubrieron nuevos materiales, como el látex la esponja, la cual se ha utilizado mucho para hacer colchones durante décadas al ser un material muy económico.
En los 90 asistimos al nacimiento del colchón de viscoelástica, gracias a investigaciones de la NASA y hoy es uno de los materiales que más presente está en la industria, tanto en solitario como combinado con otros.
Así, la historia de del colchón cambió más en menos de un siglo que en los miles de años anteriores, hasta llegar donde estamos hoy con múltiples materiales, firmezas, tratamientos para hacerlos más higiénicos, etc.